La orquesta de Cámara Claroscuros es uno de los principales grupos de acordeones de nuestro país. Desde su formación en 1987, como el “grupo acordeonístico vallisoletano” ha ofrecido conciertos por la Península Ibérica. Su director Ángel Huidobro es un músico completo; ha realizado estudios de acordeón, piano, contrapunto y fuga y composición con profesores como Elio Boschello, Manuel Carra, Daniel Vega y García Abril.
En este segundo trabajo discográfico, el primero fue “Sinfonía de Cámara” en 1997, nos propone un paseo por la música española desde finales del siglo XIX hasta compositores actuales. Fragmentos de Chapí, Granados, Falla, Joaquín Turina, Gaos, Donostia, García Abril, Legido, Igoa y Galán componen el registro.
Mención especial para las piezas de los tres últimos compositores. Jesús Legido (Valladolid, 1943), pianista y compositor se forma en su ciudad natal, Barcelona y Madrid con Xavier Monsalvatge, Antón García Abril y Román Alís. Además de su faceta compositiva imparte clases de armonía y contrapunto en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid. Su obra Claroscuros está articulada en tres movimientos: Preludio, Fado y Toccata.
Diálogos, de Enrique Igoa Mateos (Madrid, 1958), es la pieza que da título al disco. Igoa después de su formación en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, completa su formación en Estados Unidos y Alemania, además de licenciarse en Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su labor pedagógica en diferentes conservatorios españoles y actualmente es profesor de Análisis Musical en el R.C.S.M. de Madrid. Ha sido galardonado en diferentes concursos de composición internacionales y sus obras se han interpretado en Europa, América y Asia. Esta no es su primera obra dedicada al acordeón (ya sea a solo o como miembro de un grupo). Dentro de su catálogo encontramos Estudio V, Estudio VI, ambas para acordeón solo y Torcal opus 32a para guitarra y acordeón.
El último corte del disco está dedicado a la orquesta de Cámara Claroscuros por Carlos Galán (1963): Interludio Matérico IV. Una pieza cargada de efectos sonoros con momentos bastante interesantes.